La vida deportiva está llena de desafíos, y uno de los más temidos es enfrentar una lesión. Ya sea que seas un atleta profesional o practiques deportes por diversión, las lesiones son un riesgo constante. La recuperación rápida es esencial, y en este proceso, la nutrición desempeña un papel crucial.
En este artículo, exploraremos los desafíos que enfrentan los deportistas lesionados y cómo una estrategia nutricional adecuada puede marcar la diferencia.
Recuperación de lesiones: Reduciendo la Pérdida Muscular

Cuando una lesión ocurre, los músculos afectados comienzan a perder masa rápidamente. Esto se debe a una disminución en la síntesis de proteínas musculares. Para contrarrestar esto, es esencial una ingesta nutricional específica.
El tipo de lesión, la inmovilización, el tiempo de inmovilización y la reducción de la actividad física son factores que influyen en las necesidades nutricionales. El objetivo principal de la nutrición en esta fase es prevenir la pérdida muscular y acelerar la recuperación del tejido dañado.
Rompiendo la Resistencia Anabólica
Durante la lesión, se observa un fenómeno conocido como «resistencia anabólica». Esto significa que el músculo se vuelve menos sensible a los estímulos que provienen de las proteínas y aminoácidos.
Para superar esta resistencia, la ingesta adecuada de proteínas es crucial. Se ha sugerido que consumir alrededor de 35-40 gramos de proteína por comida puede ser beneficioso para mejorar la síntesis de proteínas musculares y reducir la atrofia.
Gestión de la Energía
El manejo de la energía es un aspecto delicado durante la recuperación de una lesión. Reducir drásticamente la ingesta calórica puede ser perjudicial para la recuperación muscular y la síntesis de proteínas.
Por otro lado, mantener el mismo nivel de ingesta que antes de la lesión puede llevar al aumento de grasa corporal. Por lo tanto, es esencial ajustar la ingesta calórica de manera adecuada para satisfacer las necesidades energéticas del cuerpo en esta fase.
Omega-3 y Creatina
El aceite de pescado, rico en ácidos grasos omega-3, puede ayudar a reducir la pérdida muscular y la inflamación. Sin embargo, se requiere una ingesta continua de omega-3 para obtener resultados efectivos. Además, se ha investigado la creatina como un posible mitigador de la atrofia muscular en los miembros superiores.
Vitamina D y Antioxidantes
La vitamina D es esencial para la regeneración muscular, pero no se debe suplementar sin la supervisión de un profesional. En cuanto a los antioxidantes, consumir alimentos ricos en ellos es preferible a tomar suplementos. A pesar de que los antioxidantes pueden afectar la adaptación muscular, en casos de lesión, su uso puede ser considerado según la recomendación de un nutricionista.
El Alcohol: Un Enemigo de la Recuperación
El alcohol no es amigo de la recuperación muscular. Estudios han demostrado que el consumo de alcohol después del entrenamiento disminuye significativamente la síntesis de proteínas musculares. Evitar el alcohol durante la recuperación es aconsejable.
Conclusión
La nutrición desempeña un papel esencial en la recuperación de lesiones deportivas. Adaptar tu dieta a las necesidades específicas de tu cuerpo durante la rehabilitación puede ayudarte a mantener y recuperar la masa muscular, acelerar el proceso de curación y prevenir la ganancia de grasa no deseada.
Consultar con un dietista-nutricionista cualificado es fundamental para desarrollar un enfoque nutricional que te ayude a superar los desafíos de una lesión y volver más fuerte que nunca.