Luego de una trágica caída en una cascada de Hawái que la dejó con lesiones graves, Jessie Inchauspé inició un viaje transformador. Una década más tarde, se ha erigido como «la diosa de la glucosa», conquistando a casi tres millones de seguidores en Instagram. Esta bioquímica y matemática francesa ha revelado que el orden en que consumimos los alimentos puede ser la clave para una vida saludable y más óptima.
Desde las costas de Biarritz, Francia, hasta el corazón de Silicon Valley, Jessie combinó su formación académica en matemáticas y bioquímica con una especialización en genética. Pero fue el descubrimiento del impacto de la glucosa en su salud lo que cambió todo.
«La glucosa, esa esencia que nutre nuestro cerebro y corazón, afectó directamente mi bienestar», comenta Inchauspé. Aunque ella no padece diabetes, notó que los niveles irregulares de glucosa repercutían en su salud física y mental.
Hoy, esta influencer propone una «revolución de la glucosa», una serie de pasos —o «trucos», como le gusta llamarlos— para modificar nuestros hábitos alimenticios. El objetivo no es la pérdida de peso, sino vivir más sanos, aunque muchas veces el peso disminuye como resultado.
Jessie Inchauspé y la glucosa

Sus aclamados libros, «La revolución de la glucosa» y su reciente secuela, se han traducido a más de 40 idiomas y ofrecen una guía práctica con recetas y consejos para mantener un equilibrio en nuestra glucemia, además en su página web, puedes encontrar tips importantes para la salud y nutrición.
Pero, ¿por qué es tan vital la glucosa? «Incluso si no tienes diabetes, el control de la glucosa afecta desde la calidad de tu piel hasta tus niveles de energía», señala Jessie Inchauspé Los picos de glucosa, explica, pueden provocar síntomas como el hambre, el cansancio y, a largo plazo, condiciones serias como la diabetes tipo 2.
Un consejo revelador de Inchauspé es el orden de los alimentos en nuestras comidas. Al iniciar con verduras, se crea una barrera que ralentiza la absorción de glucosa. Por otro lado, los carbohidratos, si se consumen al final, tienen un impacto menos inmediato en nuestros niveles sanguíneos.
Jessie Inchauspé no es médica, es una apasionada de la ciencia y la divulgación. Su misión es sencilla: «Hacer que la ciencia existente sea más accesible». Y, sin duda, con su mensaje y método, lo está logrando.